Petrolifera Petroleum anunció ayer que ha puesto a la venta sus operaciones en Argentina.
Según el comunicado, la empresa vende sus operaciones para reducir su endeudamiento y financiar el crecimiento en sus áreas exploratorias de Colombia y Perú de alto potencial.
Petrolifera formaba parte del grupo de petroleras canadienses que entre 2004 y 2006 desembarcaron en el país con notable agresividad -y éxito- para desarrollar campos marginales, especialmente en la cuenca neuquina (junto a Petroandina y Gran Tierra entre otras).
Su llegada a la Argentina se produjo a fines de 2004 cuando adquirió el área Rinconada - Puesto Morales. Al año siguiente inició el registró de sísmica y sobre finales de ese año lanzó su campaña de perforación.
El crecimiento resultó notable. En sólo dos años logró aumentar la producción de petróleo hasta casi 2,000 m3/d y luego se estabilizó en aprox. 1,100 m3/d (declinando por la marginalidad propia de este tipo de yacimientos, aunque seguramente más de lo esperado por los inversores).
En estos 4 años de operaciones (datos hasta Oct-08) la empresa perforó 93 pozos e invirtió en total 198 millones de US$, incluyendo el desarrollo de un proyecto de recuperación secundaria. Tuvo además costos operativos por 48 MMUS$.
Esta masa de fondos resultó muy beneficiosa para la región de Catriel – 25 de Mayo y en gral. para toda la provincia de Río Negro, que además recibió en este período pagos de regalías por 46 MMUS$.
Si bien la política de retenciones del gobierno puede haber influido en la partida de esta empresa, seguramente esta decisión tuvo mucho que ver con los efectos de la crisis mundial. En la Bolsa de Toronto, la acción cayó hoy a 0.83 dólares canadienses, un desplome de 97% respecto de los 25 CAD que había tocado hace poco más de dos años.
Hasta mediados de 2008, aprovechando que cualquier noticia relacionada con petróleo era sinónimo de “buen negocio”, un número significativo de empresas chicas y medianas lograron captar enormes montos en los mercados de capitales anunciando descubrimientos exploratorios, incrementos de producción o adquisiciones de nuevas áreas. Algunos de estos fondos llegaron al petróleo y la minería argentina con estas empresas.
Pero este contexto de híper-liquidez desapareció y, lamentablemente, algunas de las empresas que más agresivamente invertían en la industria petrolera argentina se ven forzadas a reducir su actividad.
Es una evolución preocupante para un sector que ya venía golpeado por la madurez de los yacimientos, el incremento de los costos y las políticas del gobierno que desincentivan la inversión.
Según el comunicado, la empresa vende sus operaciones para reducir su endeudamiento y financiar el crecimiento en sus áreas exploratorias de Colombia y Perú de alto potencial.
Petrolifera formaba parte del grupo de petroleras canadienses que entre 2004 y 2006 desembarcaron en el país con notable agresividad -y éxito- para desarrollar campos marginales, especialmente en la cuenca neuquina (junto a Petroandina y Gran Tierra entre otras).
Su llegada a la Argentina se produjo a fines de 2004 cuando adquirió el área Rinconada - Puesto Morales. Al año siguiente inició el registró de sísmica y sobre finales de ese año lanzó su campaña de perforación.
El crecimiento resultó notable. En sólo dos años logró aumentar la producción de petróleo hasta casi 2,000 m3/d y luego se estabilizó en aprox. 1,100 m3/d (declinando por la marginalidad propia de este tipo de yacimientos, aunque seguramente más de lo esperado por los inversores).
En estos 4 años de operaciones (datos hasta Oct-08) la empresa perforó 93 pozos e invirtió en total 198 millones de US$, incluyendo el desarrollo de un proyecto de recuperación secundaria. Tuvo además costos operativos por 48 MMUS$.
Esta masa de fondos resultó muy beneficiosa para la región de Catriel – 25 de Mayo y en gral. para toda la provincia de Río Negro, que además recibió en este período pagos de regalías por 46 MMUS$.
Si bien la política de retenciones del gobierno puede haber influido en la partida de esta empresa, seguramente esta decisión tuvo mucho que ver con los efectos de la crisis mundial. En la Bolsa de Toronto, la acción cayó hoy a 0.83 dólares canadienses, un desplome de 97% respecto de los 25 CAD que había tocado hace poco más de dos años.
Hasta mediados de 2008, aprovechando que cualquier noticia relacionada con petróleo era sinónimo de “buen negocio”, un número significativo de empresas chicas y medianas lograron captar enormes montos en los mercados de capitales anunciando descubrimientos exploratorios, incrementos de producción o adquisiciones de nuevas áreas. Algunos de estos fondos llegaron al petróleo y la minería argentina con estas empresas.
Pero este contexto de híper-liquidez desapareció y, lamentablemente, algunas de las empresas que más agresivamente invertían en la industria petrolera argentina se ven forzadas a reducir su actividad.
Es una evolución preocupante para un sector que ya venía golpeado por la madurez de los yacimientos, el incremento de los costos y las políticas del gobierno que desincentivan la inversión.
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